Expliqué que había sido seleccionada para probar y dar a conocer las bolsitas húmedas de Royal Canin para gatos esterilizados.
En este post quiero realizar una valoración de la experiencia.
Fui seleccionada tras hacer un par de encuestas y participar en la fase teórica del proyecto.
El pack llegó sin ningún problema a mi domicilio y dentro encontré:
Una carta de bienvenida explicando el contenido del pack y que se esperaba de mi como participante en la experiencia.
Una guía del proyecto donde explicaba la nutrición y su importancia en los gatos esterilizados, la gama de productos específicos de Royal Canin para gatos esterilizados y las fases del proyecto.
Folletos para repartir entre mis conocidos.
Vales descuento del producto.
Un manual de márketing.
1: llega el pack.
2: Sheba prueba media bolsita.
Sheba es una gata muy peculiar, es bastante señorita y lo que hizo fue: lamer la salsa y dejarse la carne.
Pero al rato acabó comiéndose la carne.
Al día siguiente le puse el resto de bolsita e hizo lo mismo.
Probó un par de bolsitas más.
Creo que puedo decir que le gustan y a mi me gustó el olor y aspecto del alimento así como la abertura que es muy cómoda.
3: Otros gatos prueban Royal Canin.
En la foto podeis ver al gato de mis padres, posando junto al folleto explicativo, un vale descuento y un par de bolsitas.
Como Pucky, dos gatos más fueron agraciados de probar la comida.
Las experiencias fueron igualmente positivas y los gatos que están acostumbrados a la comida húmeda se la comieron sin problemas.
Los dueños de los gatos contestaron una pequeña encuesta que rellené posteriormente en la web del proyecto.
4: Casualidades de la vida. Un poco de comparación.
Casualidades de la vida, en el supermercado me dieron una bolsita húmeda de otra marca y pude darsela a probar a Sheba.
No se abría tan fácilmente, el olor y la textura no eran apetecibles, los trozos eran más grandes y el color de la salsa era más blanquecino.
Sheba lamió la salsa, dejé los trozos de carne unas horas. Por la noche Sheba vino a buscarme y fuí a ver si se le había acabado el agua o la comida. La carne estaba intacta y la tuve que tirar, limpiar el comedero y ponerle comida nueva, que se comió en un momento.
De esto pude deducir que Royal Canín marca la diferencia en paladares exigentes como el de Sheba.
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